Plan Verano 2024: claves para mantener el agua potable en Puerto Madryn

Con el inicio de la temporada estival, Puerto Madryn enfrenta un aumento significativo en el consumo de agua, lo que obliga a la implementación del Plan Verano, una estrategia diseñada para garantizar la disponibilidad del recurso y programar su distribución equitativa entre los usuarios. Este plan, vigente desde el 1 de noviembre hasta el 31 de marzo, requiere un monitoreo constante de las reservas de agua y las condiciones del río Chubut, fuente principal de abastecimiento.

El seguimiento es llevado a cabo por equipos técnicos y bioquímicos que analizan en tiempo real los niveles de turbiedad del río y el estado de la planta potabilizadora. Cada vez que se activan cortes programados en el suministro, la decisión responde a la necesidad de mantener las reservas y garantizar la operatividad del sistema.

Factores que activan el Plan Verano

Las principales causas que pueden derivar en interrupciones programadas del servicio incluyen:

  1. Demanda excesiva: Cuando el consumo supera la capacidad de producción y transporte, y los niveles de reserva caen por debajo del 75%.
  2. Cambios en la potabilidad del agua: Fenómenos climáticos intensos, como lluvias abundantes, incrementan la turbiedad del río, interrumpiendo los procesos de potabilización.
  3. Falta de suministro eléctrico: La dependencia energética del sistema implica que cualquier corte de electricidad afecta la captación, producción y distribución del agua potable.

Divisiones por zonas y responsabilidades de los usuarios

El plan divide la ciudad en tres zonas principales, cada una de las cuales requiere operar alrededor de 30 válvulas para interrumpir o rehabilitar el suministro de forma coordinada. Esto implica una planificación cuidadosa para evitar daños en la red de distribución.

Se recuerda a los ciudadanos la importancia de contar con reservorios domiciliarios que permitan al menos 24 horas de autonomía. Si el consumo es responsable, los hogares que cumplan con la normativa no deberían ver afectadas actividades esenciales como higiene, limpieza o cocina.

Cambio climático y consumo responsable

La crisis climática pone nuevamente en evidencia la importancia de cuidar el agua potable, un recurso limitado: sólo el 3% del agua del planeta es dulce y apta para potabilización. En 2024, la temperatura global aumentó 1,5 grados, provocando olas de calor sin precedentes en Puerto Madryn.

A pesar de este contexto, el consumo promedio en la ciudad es de 300 litros por persona al día, muy por encima de los 80 litros recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Reducir esta brecha es una cuestión de hábitos: la diferencia entre uso y abuso depende de nuestra conducta.